César Vidal que diga
lo que quiera, pero a mi
esta secuencia de Soraya
me levanta el espíritu y me
apetece colgarla a la cabecera de la cama.
lo que quiera, pero a mi
esta secuencia de Soraya
me levanta el espíritu y me
apetece colgarla a la cabecera de la cama.
Ustedes seguramente que se acuerdan. Y es que no hace mucho, cuando la ministra de Defensa, Carma Chacón acudió a un acto político con un elegante vestido, fue criticada por los de siempre: La Cope, Losantos, César Vidal, La razón, El Mundo y, consecuentemente, todos los que conforman toda la palestra ultra de la derecha que se mueve en estos y otros medios, que suelen originar bastante estruendo a la hora de levantar la voz; que además la suelen levantar por poco. Y a veces por nada.
Recordamos que la soldadesca que pulula por los medios referidos y a los órdenes de los citados más arriba, se mostraban escandalizados ante un vestido de buena hechura que lucía la ministra de Defensa en acto de las Fuerzas Armadas. Lo de siempre. No cesan estos voceros de la derecha española de sembrar alarma y escandalizar al máximo, sacando las cosas de quicio y de sitio. Todo lo que no sea iniciativa de ellos, está mal y no tiene razón de ser. Y hay que destruirlo.
Pero resulta que --mira por dónde-- fue precisamente EL Mundo quien publicó días atrás una imagen de Soraya Sáenz de Santa María, en actitud, cuando menos, para mirarla con cierta curiosidad y, ¿ por qué no ? cierta y no disimulada lascivia. Ya saben ustedes que la Santa María forma parte de la cúpula directiva actual del Pepé. Y, ya digo, mira por dónde, los que tanto criticaban a la ministra Carma Chacón por un vestido, sino de color kaki, como antes eran los uniformes del Ejército, si por ser simplemente vestido, pero vestido que configuraba la elegancia de quien lo llevaba. No había ni mal gusto ni ninguna clase de insinuación malévola, como sí cabe interpretarse a la vista de la sugerente pose de la portavoz del Pepé, Soraya Sáenz de Santa María, que buena la hizo, pues sólo con lo que dice y masculla de ella el predicador de La linterna de la COPE, el llamado César Vidal, ya va arreglada la pobre.
Y mira tú qué cosas. Hablando de modelos, de gustos, de ropajes, de mesuras y desmesuras, de gusto y estética en el vestir, en el saber estar y ser, quien más suele hablar, tiene más motivos para callar que para disentir...De modo y manera que quien dirige El Mundo --que no ea Dios ni mucho menos, ni nada que se le perezca--, el visionario de cosas que no existen, el nombrado Pedro J Ramírez, es encontrado aquí, en la imagan que insertamos con Ágata Ruiz de la Prada, diseñadora de modelos de ropas de señora --¿o es de anormalidades desorbitadas-- la cual viste que da gusto verla. Y si no es así, júzguenla ustedes y ya me dirán.Esto es, es decir, ¿qué es esto?
Lo que hay que decir es que ambos personajes, que igual critican el vestido de la ministra Carma Chacón, son marido y mujer, salvo error o mala interpretación de la información recibida, y, en lo que nosotros entendemos, es mucho menos comentada la extraña vestidura de la señora Ruiz de la Prada, que la que ha llevado la señora ministra. Claro está, todo depende de qué lado vengan las pedradas y, naturalmente, quién las tire. Y aquí, quien las ha tirado contra el vestido de la ministra, sino fue el J Ramírez, sí fueron desde sus dominios de El Mundo, colaboradores supeditados, además de otros, que posiblemente no reprocharán las sotanas de los curas, pero si un vestido decente en una mujer, en este caso, la ministra de Defensa, a la que, claro ésta, no le perdonan que sea mujer y esté de ministra de Defensa, que son dos razones a no perdonarle; pero es que hay otras dos razones más que hay que sumar para acabar de coronarla y que tampoco le perdonan: que sea catalana y, encima del Pesoé. Lo tiene fresco la moza.
Visto, pues, uno y otro, quien mejor tendría que callar, es, como suele ocurrir, el que más habla.
Recordamos que la soldadesca que pulula por los medios referidos y a los órdenes de los citados más arriba, se mostraban escandalizados ante un vestido de buena hechura que lucía la ministra de Defensa en acto de las Fuerzas Armadas. Lo de siempre. No cesan estos voceros de la derecha española de sembrar alarma y escandalizar al máximo, sacando las cosas de quicio y de sitio. Todo lo que no sea iniciativa de ellos, está mal y no tiene razón de ser. Y hay que destruirlo.
La señora ministra,
Carma Chacón, con vestido
"como Dios manda", que aunque
no sea el del rechazo de la derecha,
da lo mismo. A quien se
rechaza es a la ministra.El
vestido es la disculpa.
Carma Chacón, con vestido
"como Dios manda", que aunque
no sea el del rechazo de la derecha,
da lo mismo. A quien se
rechaza es a la ministra.El
vestido es la disculpa.
Pero resulta que --mira por dónde-- fue precisamente EL Mundo quien publicó días atrás una imagen de Soraya Sáenz de Santa María, en actitud, cuando menos, para mirarla con cierta curiosidad y, ¿ por qué no ? cierta y no disimulada lascivia. Ya saben ustedes que la Santa María forma parte de la cúpula directiva actual del Pepé. Y, ya digo, mira por dónde, los que tanto criticaban a la ministra Carma Chacón por un vestido, sino de color kaki, como antes eran los uniformes del Ejército, si por ser simplemente vestido, pero vestido que configuraba la elegancia de quien lo llevaba. No había ni mal gusto ni ninguna clase de insinuación malévola, como sí cabe interpretarse a la vista de la sugerente pose de la portavoz del Pepé, Soraya Sáenz de Santa María, que buena la hizo, pues sólo con lo que dice y masculla de ella el predicador de La linterna de la COPE, el llamado César Vidal, ya va arreglada la pobre.
Y mira tú qué cosas. Hablando de modelos, de gustos, de ropajes, de mesuras y desmesuras, de gusto y estética en el vestir, en el saber estar y ser, quien más suele hablar, tiene más motivos para callar que para disentir...De modo y manera que quien dirige El Mundo --que no ea Dios ni mucho menos, ni nada que se le perezca--, el visionario de cosas que no existen, el nombrado Pedro J Ramírez, es encontrado aquí, en la imagan que insertamos con Ágata Ruiz de la Prada, diseñadora de modelos de ropas de señora --¿o es de anormalidades desorbitadas-- la cual viste que da gusto verla. Y si no es así, júzguenla ustedes y ya me dirán.Esto es, es decir, ¿qué es esto?
Cuestión de gustos.
Y de mesura.
De dignidad
y de cara dura..
Y de mesura.
De dignidad
y de cara dura..
Lo que hay que decir es que ambos personajes, que igual critican el vestido de la ministra Carma Chacón, son marido y mujer, salvo error o mala interpretación de la información recibida, y, en lo que nosotros entendemos, es mucho menos comentada la extraña vestidura de la señora Ruiz de la Prada, que la que ha llevado la señora ministra. Claro está, todo depende de qué lado vengan las pedradas y, naturalmente, quién las tire. Y aquí, quien las ha tirado contra el vestido de la ministra, sino fue el J Ramírez, sí fueron desde sus dominios de El Mundo, colaboradores supeditados, además de otros, que posiblemente no reprocharán las sotanas de los curas, pero si un vestido decente en una mujer, en este caso, la ministra de Defensa, a la que, claro ésta, no le perdonan que sea mujer y esté de ministra de Defensa, que son dos razones a no perdonarle; pero es que hay otras dos razones más que hay que sumar para acabar de coronarla y que tampoco le perdonan: que sea catalana y, encima del Pesoé. Lo tiene fresco la moza.
Visto, pues, uno y otro, quien mejor tendría que callar, es, como suele ocurrir, el que más habla.