Laureles, coronas, bandas y fajines;
banderas, leyendas, ofrendas,
proclamas, medallas y, por si fuera
poco, el brazo que signaba que,
por rutas imperiales se caminaba
hacia Dios , levantando España,
que no acababa de levantarse...
banderas, leyendas, ofrendas,
proclamas, medallas y, por si fuera
poco, el brazo que signaba que,
por rutas imperiales se caminaba
hacia Dios , levantando España,
que no acababa de levantarse...
Mis hijos me preguntan si es verdad que Franco, el Generalísimo, figuraba en las monedas y otros lugares con la leyenda de "Por la Gracia de Dios". Pues sí, hijos, sí. Eso y mucho más se decía que era. Todas las alabanzas eran pocas. Toda clase de hipérbole se quedaba en pañales ante lo que de él se decía.Incluso la Iglesia lanzaba proclamas y solicitaba clemencia a Dios para que Franco no faltase nunca. Por eso lo llevaba bajo palio,entre bendiciones. Y aleluyas. Y Salvas. Y campanas.
Hubo un tiempo en que, al pasar por delante de algún establecimiento oficial en el que hubiese banderas o leyendas escritas en la pared, había que detenerse y saludar , brazos en alto, muy estirados, con un ¡Arriba España y un Viva Franco!, que atronase bien, dos o tres veces.
La lisonja hiperbólica no tenían límites.Y lo extraña es que el propio Franco no se ruborizara ante tanta gloria y victoria como se le otorgaba. Su proverbial sensatez y prudencia , mesura y equidad , aquí tal vez exigiese más adoración todavía. Por eso y por más ni se ruborizaba ni se extrañaba. Un elegido de Dios no podía tener menos. Por eso él creía, según se decía, que era enviado del cielo para salvar la tierra...
Véase un texto de aquellos años.Un Caudillo.Un Patriota.Un Estadista. Un paladín. Un Genio. Un elegido de Dios...y así todo lo que se quisiera, que había mucho más.
¡Y pensar que España pudo soportar este desatino tantos años...¡
Hubo un tiempo en que, al pasar por delante de algún establecimiento oficial en el que hubiese banderas o leyendas escritas en la pared, había que detenerse y saludar , brazos en alto, muy estirados, con un ¡Arriba España y un Viva Franco!, que atronase bien, dos o tres veces.
La lisonja hiperbólica no tenían límites.Y lo extraña es que el propio Franco no se ruborizara ante tanta gloria y victoria como se le otorgaba. Su proverbial sensatez y prudencia , mesura y equidad , aquí tal vez exigiese más adoración todavía. Por eso y por más ni se ruborizaba ni se extrañaba. Un elegido de Dios no podía tener menos. Por eso él creía, según se decía, que era enviado del cielo para salvar la tierra...
Si estas cosas no ruborizan
ni extrañan a unos,
a otros les causa espanto...
Por eso hay dos Españas
ni extrañan a unos,
a otros les causa espanto...
Por eso hay dos Españas
Véase un texto de aquellos años.Un Caudillo.Un Patriota.Un Estadista. Un paladín. Un Genio. Un elegido de Dios...y así todo lo que se quisiera, que había mucho más.
¡Y pensar que España pudo soportar este desatino tantos años...¡
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